sábado, 14 de junio de 2014

Problemas técnicos



Hola, amigos.

Como veréis, llevo algún tiempo en silencio. No se trata de que no tenga nada que decir, es que no tengo tiempo para hacerlo.

Mis planes están saliendo mejor de lo que creía, pero también me he encontrado con escollos inesperados que me están costando mucho tiempo y esfuerzo.

Además de ello, estoy participando en un grupo de Podemos, y no doy abasto. Eso sí, es satisfactorio ver que tu trabajo da frutos palpables y permite mejorar la vida diaria de personas con nombres y apellidos.

Quiero pediros disculpas a todos los que me hayáis escrito a mi cuenta email de Yahoo. Por desgracia, acabo de constatar que ya no tengo acceso, ni forma de recuperarlo. Espero no haber sido víctima de un ataque hacker, y si alguno ha recibido algún email inapropiado de mi procedencia, recordad, no soy yo.

A partir de ahora, mi nueva dirección email será:

dietersohnp arroba gmx.com

A todos, gracias. Estoy a vuestra disposición para cualquier cosa.

lunes, 14 de abril de 2014

No ha podido ser, y no pasa nada

Hace algún tiempo, participé en el concurso "Embajador de Vida Sana" de Boiron con el post Homeopatía para un Mundo Saludable. Terminé la votación en segunda posición (la primera fue para un escéptico antihomeopatía, así que no cuenta).

Por supuesto, eso no significa que fuese a ganar. El jurado del concurso escoge el ganador entre los diez más votados. Y su elección ha sido el post Gana la batalla a la gripe y suma salud de tres excelentes blogueras llamadas Noelia, Beatriz y Nuria.

Me hubiera gustado ganar yo, lo reconozco, y no por el dinero (lo hubiera rechazado) sino por el honor de haber sido el portavoz de Boiron en este año. Qué le vamos a hacer. Eso sí, debo reconocerlo porque es justo: el blog ganador es muy bueno, rebosa amor y ganas de hacer bien las cosas. Estoy seguro de que harán un excelente trabajo.

Bien hecho, hermanas. Nos vemos pronto.

domingo, 30 de marzo de 2014

El miedo ante mis ojos

Echando la vista atrás veo los fracasos de mi vida. No me asustan. También veo las oportunidades perdidas, los pudo ser y no fue. Me entristecen, pero no forman parte de mi ser. Lo único que me escuece recordar, lo que realmente duele por dentro, es cuando debí haber hecho algo y no lo hice. Por miedo.

En su momento creí tener una explicación completa para justificar mis acciones. Tan buena que parecía esconder una trampa. La oportunidad me decía ven, aquí estoy, esto es todo lo que hay sin trampa o cartón. ¿Por qué no me abres tu corazón? Busco en mis recuerdos y lo único que encuentro es miedo. Miedo a fracasar antes de intentar, miedo al ridículo, miedo a no estar a la altura, y sobre todo, miedo a lo desconocido.

Llevo en el mundo de la homeopatía casi toda mi vida. Corrección: la homeopatía lleva en mi vida casi todo mi existencia. Tenía veintipocos años cuando me atreví a viajar a la India para aprender y para conocerme a mí mismo. Entonces no tenía miedo, tan sólo algo de aprensión. Cuando salí de aquel país, un universo entero había atravesado mi cuerpo y mi alma. Era una persona diferente a la que yo mismo me esperaba. Pero me llevé algo que no quería: el miedo.

Ante mis ojos vi a personas desahuciadas por la medicina oficial, a quienes los médicos, personas bien intencionadas pero humanas, habían abandonado por imposible. Vi cómo se curaban. Los terapeutas que trabajaron a mi lado me enseñaron milagros que, de haberme sido contados por otras personas, no hubiera podido creer. Descubrí esperanza y felicidad en el corazón del mundo. Me ofrecieron la oportunidad increíble de permanecer con ellos como iguales, sanando seres humanos y aliviando sus dolores.

No lo hice. ¿Por qué? Nuevamente, por miedo. El recuerdo de mi familia pesaba mucho, y en el fondo no acababa de creérmelo. Había una trampa, pero estaba en mi mente, en mi herencia, en mis propios prejuicios.

Cogí mi mochila, más pesada ya, y continué viajando. Hice grandes amigos, algunos adversarios y unos pocos enemigos. Estos últimos acabaron ganando la partida, y nuevamente hice las maletas. Ahora veo que no eran tan poderosos como creía, pero ellos contaban con mi miedo. Los cobardes siempre cuentan con el miedo de los demás.

Finalmente, me afinqué en esta mi casa e hice muchos proyectos. Acabé en manos de gente sin escrúpulos, personas de sonrisa amable y traje impecable que escondían la negrura de su alma. Aún sigo en sus garras. Puedo quedarme con ellos y prosperar a condición de ser bueno y hacer lo que me digan que haga.

Pero ahora ha cambiado algo. Ya no tengo miedo. Ha sido sencillo: me limito a no preocuparme por lo que pueda venir. Las sombras del futuro son sólo eso, sombras, fugaces penumbras que desaparecen cuando las iluminas.

A finales del año pasado me encontré con mi camino. Tuve un accidente. No corrí peligro, pero la quietud de la convalecencia me dio mucho, mucho tiempo para reflexionar. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué nos impulsa a correr hacia el metro, hacia la oficina, hacia el parque donde hacemos algo de running? (creo que ahora se llama así). ¿Qué fuerza nos hace vivir en una vida en la que no encajamos, a la espera de tiempos mejores? Corremos durante unos minutos y nos sentimos libres. No lo somos.

Ahora estoy perfilando mi libertad. En unos meses, puede que tan sólo en unas semanas, este que os escribe dirá adiós a un trabajo frustrante y a una vida gris. Volveré a la senda que inicié hace años, cuando cogí mi vida y mi mochila para buscarme a mí mismo. Ya iba siendo hora.

¿Queréis saber qué será de mi vida? Ni yo mismo lo sé, pero ya tengo los nuevos planos de mi vida. Tiene que ver con homeopatía, con relajación de cuerpo y alma, con vivir una vida en lugar de dejar que ella te viva a tí. Tan sólo se precisa dejar de tener miedo.

No es fácil, pero yo lo he conseguido.

Ya no tengo miedo.

Yo, Pablo Manuel Dietersohn Luque, he dejado de tener miedo.

Y pronto seré libre.

domingo, 16 de marzo de 2014

Diez razones para la homeopatía

Este post fue originalmente publicado en la red Naukas, escrito conjuntamente con el profesor Arturo Quirantes.

En contra: Arturo Quirantes Sierra, divulgador escéptico
A favor: Pablo Manuel Dietersohn, homeópata convencido

            1)  EFICACIA

Los medicamentos homeopáticos son eficaces tanto para patologías agudas (gripe, tos, diarrea, crisis de migraña, etc) como crónicas o de difícil tratamiento (alergia, dermatitis, asma, ansiedad, etc). También es de gran utilidad en infecciones de repetición (garganta, oídos, urinarias, etc), e incluso como complemento de otras terapias en cuidados paliativos (control del dolor o estreñimiento y alivio de las náuseas...).

AQ: Los productos homeopáticos afirman ser especialmente eficaces en dolencias para las cuales el único tratamiento consiste en el alivio de los síntomas. En estos casos, la homeopatía tiene un campo fértil de actuación, ya que el paciente se va a curar de todos modos y el remedio homeopático, similar en apariencia al tradicional y de venta en farmacias, actúa como un eficaz placebo. En otros casos, la enfermedad es más compleja y de difícil curación. Es entonces cuando la homeopatía esgrime su carácter "complementario" (nunca sustitutivo), afirmando que puede ayudar al médico tradicional en su tarea.

Esta táctica es inteligente por dos razones. En primer lugar, al presentarse como un colaborador y no como un competidor, el médico homeópata puede ser tolerado por la profesión médica tradicional, e implícitamente se beneficia de su respetabilidad, sea útil su terapia o no. En caso de sanación, es posible que el paciente otorgue el mérito al medicamento homeopático, en cuyo caso la homeopatía habrá "demostrado" su eficacia en una dolencia grave. En segundo lugar, la homeopatía no cura enfermedades, y mucho menos dolencias graves. Si los pacientes aquejados de cáncer o problemas hepáticos abandonasen el tratamiento tradicional por el homeopático, ni siquiera los efectos del placebo podrían enmascarar el brusco aumento en la tasa de mortalidad y la consiguiente pérdida de credibilidad.

PD: Actuar contra los síntomas es una pieza fundamental de la práctica homeopática. Ojalá que pudiese curar la hepatitis o el Alzheimer, pero ya que tiene utilidad en enfermedades crónicas para paliar síntomas, útilícese. Se pueden complementar perfectamente con medicamentos alopáticos en los casos referidos, especialmente cuando la ciencia médica oficial tampoco tiene remedio y solamente caben los remedios paliativos (¿la gripe tiene cura alopática? ¿el cáncer? ¿la fibromialgia?).

Rechazamos la pretensión gratuita de que los médicos homeópatas "se benefician de la respetabilidad" de otros. La homeopatía es una terapéutica establecida hace más de doscientos años, con millares de médicos practicándola de forma habitual a centenares de millones de pacientes en todo el mundo. En países como India y México constituyen algo tan normal, que a veces "los otros médicos" son los complementarios. Respecto a que los pacientes de cáncer hacen mal abandonando el tratamiento moderno (quimioterapia, radioterapia, técnicas agresivas en grado sumo), no tengo más que mencionar la técnica Banerji, que yo mismo he visto en acción con resultados espectaculares, incluidos estudios clínicos.

            2) SEGURIDAD

Uno de los principales motivos de utilización señalados por los usuarios es que, en general, no se han descrito efectos secundarios ni reacciones adversas relevantes relacionados con los medicamentos homeopáticos. Ésta es una de las razones por las que los medicamentos homeopáticos se recomiendan frecuentemente para bebés, niños, mujeres embarazadas y ancianos o personas que están siguiendo varios tratamientos.

AQ: Lo cierto es que sí se han descrito efectos secundarios adversos, en ocasiones muy graves. Las sustancias homeopáticas, a menudo tóxicas, son peligrosas y no siempre las dosis homeopáticas no son de dilución extrema, y pueden darse concentraciones lo bastante altas como para provocar síntomas e incluso la muerte, como sucedió en un caso registrado en Badajoz en 2004. Otros problemas son comunes a la manipulación de sustancias para el consumo humano. En diversas ocasiones, el Ministerio de Sanidad español ha ordenado la retirada de medicamentos homeopáticos por reacciones alérgicas graves, y ha emitido alertas sanitarias relacionadas con contaminaciones microbianas y problemas con la esterilidad en la planta de fabricación.

Hasta la fecha, los casos de efectos secundarios adversos derivados de los medicamentos homeopáticos no han sido estudiados de forma sistemática, y los laboratorios homeopáticos nunca han dado cuenta pública de ellos; pero existen, y pueden ser más frecuentes de lo que puede pensarse en un principio. Datos proporcionados por el Informe Bornhöft-Matthiessen (un informe redactado por homeópatas) indican tasas de efectos adversos superiores al 8% en algunos estudios.

PD: Es lamentable que haya habido efectos adversos en algunos casos poco numerosos, pero es común a cualquier actividad humana, y puede reducirse con controles sanitarios adecuados. Dicho eso, hay que prestar atención a los datos globales, no a la anécdota. Ni siquiera tengo que acudir a estadísticas para convencer al lector de la enorme cantidad de efectos secundarios graves de los medicamentos tradicionales (¿recuerda alguien la talidomida?).

En proporción al número de medicamentos en el mercado, la homeopatía sigue ganando de calle a cualquier otro tipo de farmacopea., y como dicen algunos escépticos, el "plural de anécdota no es datos." Los preparados homeopáticos se preparan a base de materia medica conocida, con altos grados de potenciación (dilución), en tanto que la farmacopea química no sabe qué resultados va a dar en el ser humano, de ahí la enorme cantidad de pruebas clínicas que se les exige.

            3) RAPIDEZ

En el caso de afecciones agudas como estados gripales, tos, cólicos del lactante, dolor asociado a la dentición... es necesario un alivio rápido, recomendándose, por lo tanto, que se inicie el tratamiento en cuanto aparezcan las primeras sensaciones de malestar para ayudar al organismo a reaccionar lo antes posible.  En el caso de las patologías crónicas o más graves, tanto los tratamientos homeopáticos como los convencionales, son más largos. En las enfermedades crónicas, la homeopatía es de gran utilidad, usada generalmente como complemento a los tratamientos convencionales, para ayudar a reequilibrar el organismo y disminuir o espaciar las crisis o las recaídas.

AQ: Quite el lector la palabra "homeopatía" del párrafo anterior, y descubrirá una gran verdad de la medicina: el alivio será rápido salvo en los casos en que no lo sean. Tratar una afección aguda en cuanto aparezcan los síntomas, es decir, en cuanto seamos conscientes de su existencia, es una práctica lógica y natural; y es evidente que una dolencia crónica, por definición, es más larga y requerirá un tratamiento más prolongado. Otra cuestión es que la homeopatía sirva  en ninguno de los dos casos.

PD: No vislumbro el problema. La homeopatía consigue un alivio rápido y se recomienda tomar en cuanto aparezcan los primeros síntomas, exactamente igual que lo que afirman los medicamentos tradicionales. Si con ello mi oponente está reconociendo implícitamente que la farmacia química y la homeopática actúan en régimen de igualdad, mi enhorabuena señor, ha descubierto algo que los homeópatas sabemos desde hace dos siglos.

            4) SATISFACCIÓN

Una de cada tres personas en España ha utilizado medicamentos homeopáticos en alguna ocasión, sobre todo para patologías como estados gripales, estrés o problemas alérgicos. El 99% de los usuarios regulares de homeopatía se muestra satisfecho o muy satisfecho con este método terapéutico y el 98% aconsejaría su utilización a familiares y amigos. Además, en un estudio reciente, el 74% de los entrevistados (usuarios o no) declaraban que les gustaría recibir asesoramiento de su médico sobre homeopatía. A nivel mundial existen más de 300 millones de pacientes que confían en la homeopatía para el cuidado de su salud y en Francia, por ejemplo, el 66% de la población ha utilizado medicamentos homeopáticos en alguna ocasión.

AQ: Que algo sea popular no lo convierte en cierto. Los usuarios de la homeopatía se deciden por la opinión de terceros: el médico, el amigo, el cuñado o el conocido que dice que le funciona. No suele tratarse de una decisión informada basada en el método científico.

La práctica médica homeopática actúa de forma mucho más amigable que la tradicional. El homeópata puede dedicar mucho más tiempo a su paciente, muestra preocupación por su bienestar y se muestra mucho más empático. Todo ello crea un estado de complicidad entre médico y paciente: éste siente que hay alguien que realmente se interesa por su salud, y aquél ve cómo su empatía se ve recompensada por una sanación (sea real o ficticia). El resultado del proceso es un paciente que tiene una muy alta opinión de la homeopatía. Si toma el remedio homeopático y se cura de su dolencia, será gracias a la homeopatía; si no se cura, será a pesar de la homeopatía. Una persona convencida de las ventajas de la homeopatía refuerza su creencia cada vez que la utilice; y más allá de cierto punto, se trata de una cuestión de fe.

PD: A menos que se demuestre que los médicos homeópatas someten a sus pacientes a un "lavado de cerebro" para programarlos y convertirlos en miembros de una secta, el paciente es libre de acudir, tratarse y decidir. El paciente de homeopatía toma su decisión libremente, sea cual sea su motivación, y creo que ridiculizarlo porque "se lo sugiere su cuñado" es una argumento poco honrado e indigno de verdaderos pensadores objetivos.

La satisfacción de los pacientes es un hecho incontestable, y pese a quien pese supera ampliamente a la de otras terapias sean alternativas o no. Su uso está extendido en todo tipo de países, incluidos aquellos que, como España, no lo incluyen en sus Sistemas Sanitarios nacionales. No puedo ni imaginarme el grado de aceptación que tendrá cuando, como en Suiza, esté cubierto por el sistema de salud y pueda recetarse. Está bien, de acuerdo, en realidad, sí que puedo imaginármelo.

            5) RECOMENDADO

En la actualidad, en España, más de 10.000 médicos prescriben habitual u ocasionalmente medicamentos homeopáticos en su práctica diaria, sobre todo pediatras y médicos generales y de familia, y cada vez más universidades, colegios profesionales y sociedades médicas integran formación sobre homeopatía en sus programas y congresos científicos. Medicina solo hay una, y los tratamientos homeopáticos constituyen un enriquecimiento de las herramientas terapéuticas a disposición de los profesionales ya que pueden conseguirse sinergias en su utilización junto a los tratamientos convencionales. Se estima que en todo el mundo existen más de 248.000 médicos especializados en homeopatía.

AQ: En efecto, medicina sólo hay una: la que cura. En palabras del cómico Tim Minchin: "¿sabes cómo llaman a la medicina alternativa cuando prueban que funciona? Medicina" La homeopatía no ha demostrado tal cualidad hasta la fecha, y sus simpatizantes lo ponen de manifiesto al calificarla de "complementaria." Los estudios universitarios sobre homeopatía están siendo cada vez más criticados por los estudiantes y médicos, hasta el punto de que la Universidad de Zaragoza tuvo que retirar en mayo de 2013 sus títulos de posgrado sobre homeopatía.

En lo que respecta a cifras, hay que tomarlas con cautela ya que proceden de la multinacional farmacéutica Boiron. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, España contaba con unos 223.500 médicos en 2010, y los datos de la OMS para el período 2000-2009 arrojan un total aproximado de 8.750.000 médicos en todo el mundo. Eso significa que, si aceptamos como válidos los datos de los homeópatas, menos de un 5% de los médicos ha prescrito alguna vez algún producto homeopático en España, y algo más de un 2,8% en todo el mundo. Se muestre como se muestre, la práctica de la homeopatía médica sigue siendo minoritaria; y eso incluyendo los médicos que alguna vez han recetado homeopatía, no los que lo hacen de modo habitual.

PD: Si sólo un 2,8% de la población médica son oncólogos y yo tengo la ventaja de no sufrir un cáncer, ¿debo ridiculizar a la oncología por tener un escaso respaldo popular? En absoluto. La homeopatía funciona dondequiera que se usa, y las cifras barajadas son muy altas si se recuerda que esta terapia se encuentra seriamente obstaculizada en muchos países del mundo. Inclúyase en el Sistema Nacional de Salud, y hablaremos de cifras.

De acuerdo con la anotación de que la medicina alternativa que funciona se llame medicina. Les recuerdo a todos que la homeopatía no es una medicina alternativa, sino complementaria, pero tan medicina como las demás, y fue fundada cuando la "medicina oficial" no era más que un conjunto de personalidades egocéntricas que no sabían lo que era el método científico. Existen titulaciones universitarias, centros de estudio, está reconocido como acto médico por la Organización Médica Colegial de España y por la WHO, y el reciente borrador de Orden Ministerial publicado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad es una manifestación del deseo gubernamental por apoyarla en este país.

Por cierto, señor profesor, me ha decepcionado su comentario "la Universidad de Zaragoza tuvo que retirar en mayo de 2013 sus títulos de posgrado sobre homeopatía." Creo que usted sabe perfectamente que esos cursos siguen impartiéndose (no como posgrado, sino como cursos de formación). Veo que usted ya lo sabe. ¿No hubiera sido más honrado por su parte decirlo todo en lugar de solamente la parte que le interesa?

            6) AYUDA A POTENCIAR LA RESPUESTA NATURAL DEL ORGANISMO

Esta terapéutica tiene como principio fundamental trabajar estimulando las reacciones propias del organismo, potenciando su respuesta natural y apoyándose en su capacidad para combatir las agresiones externas. Por eso, se habla de una terapéutica no agresiva, porque se considera que no actúa contra un síntoma para suprimirlo, sino que estimula las posibilidades naturales del organismo, orientándolo hacia una respuesta adaptada a la agresión o desorden. La homeopatía, en definitiva, invita a escuchar al propio organismo y procura su bienestar de forma respetuosa, desde las primeras sensaciones de malestar.

AQ: Samuel Hahnemann, padre fundador de la homeopatía, afirmó que eliminar los síntomas es lo que convierte la enfermedad en salud: "en una palabra, la totalidad de los síntomas debe ser la principal y verdaderamente  única cosa de que el médico debe ocuparse en cada caso de enfermedad y removerla por medio de su arte, de modo que transforme en salud la enfermedad " [Organon, párrafo 7]. Otros párrafos de sus escritos inciden en el mismo mecanismo: eliminar los síntomas para restablecer el equilibrio del organismo.

En lo que respecta a las demás afirmaciones, son aplicables a multitud de terapias médicas científicas. ¿Qué es una vacuna sino una forma de estimular las defensas propias del organismo? ¿Acaso las terapias clínicas habituales no procuran el bienestar del paciente? Toda esa palabrería no es más que una forma moderna de intentar justificar el principio de "fuerza vital" o "energía vital" que en la actualidad está en desuso.

PD: Usted no entiende lo que es la homeopatía, lamento decírselo, y se lanza al "cherry picking" de frases sacadas de contexto. Leer a Hahnemann no lo convierte en entendido, del mismo modo que leer a Einstein no me convierte a mí en un físico cuántico.

Hahnemann enfatiza la lucha contra los síntomas, pero solamente como manifestaciones de la energía vital (llámese ahora como se quiera) interior al paciente, y es el reequilibrio de dicha energía vital lo que devuelve al paciente la salud. La base de la homeopatía es el reconocimiento de que quien cura realmente no es el médico con sus medicinas, sino el propio cuerpo enfermo. Pregunte a cualquier médico, y compruebe cuántos de ellos están de acuerdo con esa afirmación.

La homeopatía, por otro lado, es una terapéutica no agresiva, cuyas diluciones (de las que se carcajean tantos escépticos que hablan del número de Avogadro sin saber de lo que hablan) están diseñadas para minimizar el efecto del medicamento sobre el organismo. Compárenlo a la agresividad de los tratamientos químico-radiológicos del cáncer, o los antirretrovirales del HIV.

            7) TRATAMIENTO PERSONALIZADO

En los tratamientos homeopáticos, sobre todo en patologías crónicas o de difícil tratamiento, se busca frecuentemente restablecer de forma global el equilibrio del paciente, abordando la enfermedad desde una perspectiva biopsicosocial: se estudia la enfermedad en el contexto vital de cada persona, siendo el paciente y su forma de enfermar el centro del estudio, y no sólo su enfermedad. Por eso, además de los síntomas característicos de la enfermedad, se tendrán en cuenta también la constitución del paciente, otros problemas de salud que haya tenido, y los síntomas y las reacciones personales ante la misma para establecer, en muchos casos, un tratamiento personalizado.

AQ: Esa es la teoría según Hahnemann. En la práctica, el número de remedios homeopáticos para una dolencia dada son muy limitados, y el cliente de la homeopatía que acude al farmacéutico se lleva un "preparado" estándar fabricado en un laboratorio. Dadas las diluciones extremas de dichos productos, reflexionar sobre si es mejor una "potencia" (léase dilución) 15 CH o 30 CH es como dudar si hay que matar una mosca un millón de veces o dos millones. El "tratamiento personalizado" no tiene más propósito que mostrar un efecto empático del médico al paciente, que junto con el efecto placebo habitual es el verdadero responsable de cualquier curación o alivio de síntomas.

PD: Es el médico el que escoge el tipo y potencia del remedio, en función de los síntomas y el pasado del paciente. No crean ustedes que el profesional de la homeopatía se limita a echar mano del remedio en boga, si acaso eso es la práctica habitual del médico "oficial." Los cuales deberían pensar más en el paciente, y menos en correr para poder cumplir su cupo de pacientes del día. Cuando dichos médicos ofrezcan al paciente un tratamiento personalizado, integral y holístico-empático durante una hora (o el tiempo que requiera el estado del paciente), hablamos. Y no lo digo porque no me lleve bien con ellos. Al contrario, me gustaría ver que la medicina alopática pudiese ofrecer un tratamiento así al paciente. Si no puede hacerlo, ¿por qué se critica a la medicina homeopática, que sí puede?

            8) PARA TODO TIPO DE PACIENTES

Otra de las ventajas de los medicamentos homeopáticos es que están frecuentemente recomendados para mujeres embarazadas, niños e incluso bebés y pacientes polimedicados ya que, en general, no se han descrito reacciones adversas ni efectos secundarios relevantes relacionados con su toma. Su forma farmacéutica más habitual son los gránulos y los glóbulos, pequeñas esferas de sabor dulce que facilitan la toma del medicamento sobre todo en niños y bebés.

AQ: Esto no es más que una repetición del punto 2. No aporta nada en absoluto, salvo para recordarnos que los niños aceptan mejor los medicamentos si son de sabor dulce y aspecto agradable.

PD: Yo, por el contrario, opino que este epígrafe tiene un significado pleno. Nos transmite la idea de que los medicamentos homeopáticos pueden utilizarse de modo habitual, como una aspirina o un frenadol, y que puede por tanto formar parte integral de nuestros botiquines de casa. No está contraindicados, carecen de efectos secundarios y son seguros (dejando aparte los "datos" anecdóticos). Por eso los escépticos pueden suicidarse homeopáticamente año tras año, sin peligro alguno. ¡No lo intenten con un medicamento alopático!

            9) EVIDENCIA CIENTÍFICA

La homeopatía ha utilizado desde sus orígenes el método científico para el estudio de los medicamentos, aunque la adaptación de la metodología de sus estudios a la medicina convencional, es relativamente reciente (finales del siglo XX). No obstante, existen ya números trabajos de calidad publicados en revistas científicas y el número aumenta cada año. En concreto, hasta la fecha, se han publicado 163 estudios, aleatorizados y controlados, de diferentes patologías, 29 revisiones sistemáticas en enfermedades específicas y 5 meta-análisis. Existen resultados positivos favorables a la homeopatía en indicaciones como las alergias y las infecciones respiratorias del tracto superior, diarrea infantil, gripe, enfermedades reumáticas, rinitis alergia estacional, enfermedades reumatológicas, vértigo, fibromialgia y síndrome de fatiga crónica.

AQ: Respuesta breve: no, no la hay. Respuesta más elaborada: la mayoría de los estudios reclaman "éxito" siempre que hay cualquier tipo de ventaja, siquiera leve, frente a un placebo, y en su mayor parte se publican en revistas favorables a la homeopatía. Los meta-estudios se han pronunciado una y otra vez sobre la escasa calidad metodológica de esos estudios y en general se han mostrado muy críticos con relación a la efectividad de la homeopatía (ver p. ej. este enlace). Los resultados positivos no existen (ver enlace para infecciones respiratorias) o bien son dudosos. Resulta sintomático que las dolencias citadas, o bien no pueden curarse, o bien son enfermedades cuya causa no se conoce; en ambos casos, solamente se pueden tratar los síntomas.

PD: Los escépticos actúan como esos burócratas insufribles que te rechazan la documentación porque, por mucho que traigas, siempre falta un papelito o un sello oficial. Piden estudios, y se los damos; piden ensayos clínicos de alta calidad, y los proporcionamos; piden artículos en revistas con peer-review, y los publicamos; piden meta-análisis, y los mostramos; y a pesar de todo, nunca están satisfechos. Son ciegos no porque no vean, sino porque se niegan a ver. ¿Cuándo reconocerán que se equivocaron con la homeopatía? La evidencia existe.

Podemos examinar artículo por artículo, metaestudio por metaestudio, y dedicar toda una vida a ello. No importa, seguirán sin declararse vencidos. Dirán que no hay mecanismo físico o químico conocido (¡como si al médico homeopático le correspondiese encontrarlo!). La evidencia deja claro quién miente y quien no, quién actúa según el método científico y quién lo evade. No pasa nada, reconozcan que se equivocaron y sigamos adelante. Hay pacientes que sanar, dolor que mitigar, personas que aliviar. Nosotros ya estamos en ello. ¿Y ustedes?

            10) LEGISLACIÓN SOBRE EL MEDICAMENTO

La legislación que regula los medicamentos homeopáticos es común a todos los medicamentos y tiene como objetivo, entre otros, garantizar la seguridad del paciente. Por eso, como todos los medicamentos, los homeopáticos son de venta exclusiva en farmacias. Además, la regulación de la fabricación industrial de los medicamentos homeopáticos aplica las mismas exigencias que para cualquier otro medicamento.

AQ: Correcto en lo relativo a la fabricación industrial, no en la regulación en general. Los medicamentos homeopáticos con indicación terapéutica sí siguen el mismo proceso que los demás medicamentos, incluyendo pruebas de impacto ambiental y resultados de pruebas clínicas y farmacéuticas. Ningún medicamento homeopático ha cumplido este requisito nunca.

Hay un segundo tipo de medicamentos homeopáticos, los que carecen de indicación terapéutica. Para ellos existe un procedimiento de registro simplificado, en el que no tiene que demostrar su eficacia. Las empresas farmacéuticas nunca han presentado ninguno de estos medicamentos a registro. Con una excepción: el medicamento Lycopodium, de Laboratorios DHU, que fue autorizado en abril de 2012. Los más de 19.000 medicamentos homeopáticos restantes sin indicación terapéutica (ni el Ministerio de Sanidad sabe su número exacto) continúan sin ser registrados, sin pagar tasas al Estado y sin estar legalmente autorizados.

PD: La homeopatía ha cumplido siempre todas las normativas legales aplicables, y aun así no es aceptada por las autoridades gubernamentales. Nunca ha habido una vía adecuada para la regularización de los medicamentos homeopáticos, y hasta ahora el Gobierno solamente se ha guiado por criterios recaudatorios. Eso no lo digo yo: lo reconocen las propias autoridades sanitarias encargadas de esa regularización.

¿Quieren conocer la verdadera razón de que a la homeopatía nunca se le haya dado una oportunidad leal? Dos palabras: Big Pharma.

Más info: Homeopatía para un mundo saludable (por Pablo Dieterersohn)

viernes, 7 de marzo de 2014

Censura contra la homeopatía

¡Hola, hermanos, hermanas! Como veréis, he tenido este blog muy abandonado. Quería que fuese un lugar de encuentro para todos los amantes de la homeopatía, pero como dicen por aquí, el hombre propone y Dios dispone.

He tenido dos grandes ladrones de tiempo. De un lado, mi trabajo. Estoy en una especie de proyecto secreto, relacionado con un producto homeopático que mi empresa va a lanzar en exclusiva. No es secreto por mi gusto sino por el de mis jefes, pero ya sabéis lo paranoicos que se ponen a veces en las altas esferas.

De otro lado, mi participación en el concurso Cierra la Puerta a la Gripe que organizó Boiron. He estado haciendo mucha campaña en los foros, y gracias a seguidores, simpatizantes, amigos y amigos de amigos, ¡mi post está ya en la cuarta posición! Si queréis apoyarme, no tenéis más que votarme. Ayudadme a que mi Homeopatía para un Mundo Saludable permanezca en los primeros puestos del ranking.

Eso sí, sé que subir más va a ser muy difícil. Tengo una competencia dura. Aunque, la verdad, no me molesta. Al contrario, me gusta ver a gente talentosa escribir a favor de la vida sana. Como no me duele la competencia siempre que sea sana y leal, aquí tenéis a los amigos que van en cabeza: Las Gangas de Raquel - Maternity Care

Lo que sí me duele es el primer clasificado por votos, tiene más que los dos siguientes juntos. Se trata de un post llamado Homeopatía y el decálogo de la salud. ¿Por qué me duele, querréis saber? Muy sencillo. Al contrario que participantes como yo, que creemos firmemente en la homeopatía, o que otros que participan para ganar fama y algo de plata (nada censurable, por supuesto), el primero en la lista se llama Arturo Quirantes. Escribe en un blog llamado física de película, y en Naukas (un agregador de blog conocido por su hostilidad contra la homeopatía y el mundo de las terapias alternativas en general).

Leo que el profesor Quirantes (porque es profesor de Física en la Universidad de Granada) está participando en el concurso de Boiron sin más interés que reirse de ellos. Y no lo digo yo, lo dice él mismo. Fijaos en el post donde pide votos para su particular candicatura: leed y juzgad vosotros mismos. Y si no tenéis suficiente, leed algunos de sus artículos sobre el escepticismo y las terapias naturales. Por algún motivo, tiene algo personal contra la homeopatía, quizá algún homeópata le levantó la novia. Si es así, que se la devuelva, por favor.

Por lo visto, solamente participa para ganar muchos votos y decir que es el más listo de la pandilla. Luego, cuando no gane (porque supongo que Boiron no lo escogerá), se pondrá hecho una fiera y despotricará contra lo tramposos que son los "magufos" que no le dan la galleta.

Lo siento en el alma, no quería volver después de varias semanas con odio en el corazón, pero de verdad no puedo evitarlo. Y de verdad que no iba a hablar de ese señor. La cuestión es que hoy vi un tweet de Homeopatía Online (saludos, compadres). El director de HO se quejaba de que la Wikipedia estaba bloqueándole sus intentos por incluir información. Aquí lo denuncia públicamente. Por lo visto hay gente que censura sus comentarios de forma sistemática. Cuando lo intenta hablar con un editor, se ríen de ellos.

¿Y sabéis cuál es el comentario hecho en Twitter por el profesor Arturo Quirantes, alguien cuyo su cargo y rango debería llevar asociado respeto y buenos modales? Pues dijo esto: "Dice este homeópata que la Wikipedia es mala porque no le deja jugar, y que va a llorar. O algo." Aquí esta su mensaje.

¿Es esta la forma de responder de un señor escéptico e inteligente, que tiene todos los argumentos y todo lo sabe? A mí no me lo parece. Más bien tiene el aire de alguien resentido, amargado e infeliz.

Quizá sea eso. Quizá se ha "adocenado" en su querida Universidad. Tal vez sea uno de esos profesores rutinarios que usa el mismo temario año tras año, temeroso de acercarse a sus alumnos. Lo compensa en foros donde le escucha mucho, como si fuese un gran gurú de Internet.

Estoy seguro de que el profesor Quirantes tendrá más votos que nadie. Que los disfrute. Por supuesto, no creo que gane el concurso, a menos que Boiron quiera contratarlo como ejemplo de cómo NO se debe ir por la vida. No estaría mal la idea. Señores amigos de Boiron, dénle ustedes un blog al profesor Quirantes. Titúlenlo algo así como "si no usas homeopatía acabarás como este señor."

Por mi parte, no tengo más que añadir. Y de nuevo, perdonen ustedes por haber escrito este mensaje tan desagradable. Les prometo que el próximo será totalmente distinto.

Saludos, sobre todo a los amigos de Homeopatía Online.

viernes, 14 de febrero de 2014

El riesgo de las ondas Wifi

Hoy he leído algo sobre un tema que me deja los pelos de punta. Me estremece no sólo por lo que representa en sí, sino porque es algo en lo que llevo trabajando desde hace algún tiempo.

Es de sobra sabido que las ondas electromagnéticas (OEM) influyen en el bienestar y la salud humana. Que la relación entre OEM y salud no se haya cuantificado científicamente en esos términos de causa-efecto que tanto gusta a los escépticos no significa que no la haya. No os molestaré con listas de ejemplos y contraejemplos, el hecho es que es algo ampliamente reconocido por entes como la OMS, el Consejo y el Parlamento de Europa, así como los gobiernos de muchos países occidentales.

Hará cosa de un año, el Defensor del Pueblo vasco (adoro ese título, es precioso) advirtió sobre el riesgo de las radiofrecuencias, que es el nombre que reciben las OEM de radio y microondas, entre las que se encuentran las ondas wifi, microondas y las ondas de los teléfonos celulares. El informe es de hace un año, pero os recomiendo la lectura. El "Ararteko" recibe quejas de padres con relación a la obligatoriedad de instalar conexiones inalámbricas en los colegios. El Departamento de Sanidad y Consumo vasco, extrañamente, no responde con hechos sino con vaguedades: "considera necesario seguir las novedades en relación con los avances en el conocimiento de los campos electromagnéticos así como de las recomendaciones de los expertos. Plantea actuar con base en el principio de precaución pero sin crear alarmismo. Para ello proponía impulsar la creación de un consejo de expertos que asesore en materia de campos electromagnéticos. "

¿A vosotros os suena claro o terminante? No, a mí tampoco. Ni al Ararteko. Todo es "principio de precaución," que es una forma de decir "sí, puede que tengáis razón, pero no os vamos a dar la razón." Al menos, el Ararteko tiene la valentía de llamar a las cosas por su nombre. Citando de su informe:

"En definitiva, la discusión abierta en torno al incremento de la fuentes de exposición de la población a campos de radio frecuencia en las últimas décadas y sus posibles efectos a largo plazo sobre la salud humana continua siendo una tema de preocupación tanto  para los científicos como para la población en general. Como ejemplo significativo podemos mencionar las previsiones recogidas en la Agenda de investigación de la OMS para los campos electromagnéticos de 2010. Este documento mantiene la necesidad de continuar investigando los efectos sobre la salud en especial para niños y niñas expuestos a los campos electromagnéticos de radio frecuencia, entre las que incluye las redes inalámbricas. Otra referencia que sirve para ilustrar la importancia del debate es el criterio de la International Agency for Research on Cancer que ha clasificado los campos magnéticos de radiofrecuencias (móviles, WIFI etc.) como posibles cancerígenos para humanos (Grupo 2B)."

Claro y límpido. Lo que no evita que algunos de esos críticos escépticos que van por la vida de perdonavidas se dediquen a pontificar sobre lo tontos que somos quienes nos preocupamos por la salud de los niños.

¡Pues disculpe usted si le molesta, señor escéptico, pero sí que nos preocupa! ¡Y mucho!

Afortunadamente, el mensaje de la precaución se está extendiendo. Este Enero pasado, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco anunció que va a "blindar" el instituto de Solokoetxe en Bilbao, frente a las emisiones de una antena de telefonía celular cercanas. Se van a instalar vinilos en las ventana del centro, así como una rejilla metalizada para proteger el patio." Me resulta curioso que esas son precisamente las mismas precauciones que toman los espías profesionales: en todas las embajads y consulados hay una "sala de silencio" protegida mediante vinilos y reijllas metálicas contra el espionaje electrónico. Si es bueno para ello, seguro que lo será más para nuestros chiquillos.

Menos mal que hay quienes actúan sin dejarse llevar por la histeria. Gracias de corazón.

jueves, 6 de febrero de 2014

Homeopatía para un mundo saludable

Recién subo un artículo a mi web personal, y justo después me entero de que los amigos de Boiron han abierto un concurso para mostrar las verdades de la vida sana.

Su Decálogo de vida sana es una lista evidente de qué hacer para vivir sano. Evidente hasta lo inevitable. Y perdonad si suena a retruécano, pero pienso que las cosas más evidentes son las más claras. Un mensaje debe ser sencillo para ser eficaz, así el contenido no se pierde en palabrería vacua e inútil.

Podría escoger cualquiera de los principios del Decálogo: comer sano, hacer deporte, huir del tabaco y el alcohol, disfrutar con los tuyos. O mejor, escogerlos todos. Pero al igual que a veces tienes que decir "este es mi favorito" (por mucho que te duela tener que escoger), ahora tengo que escoger. Y escojo el consejo de "¡Homeopatía para todos!"

¿Por qué he escogido así?

¿Para hacer la "pelota" a Boiron? ¿Para ganar el concurso? ¿Para que me den dinero, me hagan fotografías, me nombren en su web?

Rotundamente no a todo.

Escojo la homeopatía para todos porque creo en ella.

Porque la he visto en acción. He visto su increíble poder de curación y alivio, en España y fuera de ella. También he visto la trastienda oscura de la gran industria farmacéutica, y aunque hacen medicamentos muy eficaces y útiles para la Humanidad (de necios sería no reconocerlo), me incomodan sus callejones oscuros. En el mundo de la homeopatía, no veo que haya oscuridad, solamente claridad y luz.

Porque el mundo está lleno de dolor y miseria, y las prácticas homeopáticas ayudan a aliviar todo ese dolor.

Porque las personas que usan la homeopatía son casi toda gente sencilla, sana, de hábitos saludables, generosa en su medida y cordial con los vecinos. Y con los extraños. Incluso con los enemigos.

Porque he leído artículos científicos (bueno, no soy científico, pero me los han explicado) y creo que es una terapéutica de eficacia probada, digan lo que digan algunos. De otro modo, no habría tantos médicos y farmacéuticos recetándosela a sus pacientes.

Porque -y disculpadme si suena a trallado- funciona. No es la panacea universal, ni pretende serlo. Pero alivia, de eso no me cabe ninguna duda.

Y porque quiero hacerlo, y esa es la motivación más poderosa para mí.

De modo que ya sabes: si quieres puedes unirte al numeroso grupo de personas que ha incluido la homeopatía en sus vidas como algo propio, invisible incluso.  Yo lo hice hace muchos años, y ni una sola vez me he arrepentido de ello.

En cuanto al premio de Boiron ya os aviso, amigos de mi blog, de que no aceptaré dinero alguno. Si llegase la oportunidad de poder escribir para ellos, sería como un sueño hecho realidad, todo un honor, os lo aseguro. En cuanto al dinero, que se lo queden ellos. No, mejor todavía: que lo cedan en mi nombre a quien realmente lo necesita. Hay todavía mucha pobreza en este país, y cualquier ayuda será poca.

Claro que ni siquiera entraré en el concurso si no sigo sus reglas, que son:

- Incluir la frase "cierra la puerta a la gripe y ¡suma salud!" Amigos: dicho queda
- Y enlazar a su web www.cierralapuertaalagripe.es

Cosas ambas que hago con gran placer, amigos míos.

Y no cambiéis nunca, salvo para mejorar.

¡Suma salud!


¿Te ha gustado mi entrada? En ese caso, puedes votarla para el concurso Embajador de Vida Sana. Muchas gracias.

Qué es la Homeopatía IV: la dificultad de hallar una explicación

Como expliqué en el anterior capítulo, la Homeopatía requiere de un cambio de paradigma para explicar su propio funcionamiento.

En una página reciente, Laboratorios Boiron intentó explicar los mecanismos de acción de la Homeopatía. Eso incluye un mecanismo físico, lo que resulta especialmente interesante. Esto es lo que nos cuenta Boiron, y voy a copiarlo tal cual para que no quede duda alguna:

"La investigación física estudia la organización estructural y las propiedades físico-químicas de las altas diluciones. Trabajos efectuados en termoluminiscencia demuestran una modificación de la estructura física de las diluciones de cloruro de litio y de cloruro de sodio en relación a las de su solvente. Así las propiedades de los medicamentos homeopáticos serían fruto de su estructura y no de su composición química; para entender la relevancia de estos y otros hallazgos es interesante saber que el carbono puede convertirse en grafito (lápiz) o en diamante sin cambiar su composición química pero modificando su organización estructural. Estas observaciones, publicadas en 2003 deben completarse ahora para conseguir explicar el mecanismo de acción y analizar los cambios estructurales que se producen durante la impregnación de la dilución en el gránulo, y luego en el organismo vivo"

El trabajo de 2003 es un artículo publicado en la prestigiosa revista Physica A, con índice de impacto, revisión de peers y todos esos "indicios de calidad" que tanto gusta a los escépticos. Cabría pensar que lo aceptarían como buenos "científicos," pero por desgracia no es así. Al buscar "Artículo Rey" en Google aparece un post titulado "Las bases físicas de la homeopatía: el artículo Rey" donde alguien que pretende saberlo todo por tener un título en Física procede a atacar el trabajo de Rey.

Por supuesto, basta con leer el artículo de Rey con mente abierta y crítica para darse cuenta de la cantidad de falacias que adornan la "refutación" del autor, el profesor Arturo Quirantes. A la vista de muchos de los comentarios de los lectores, no parece haber engañado a nadie. Por desgracia, Pyhsica A es una  revista de pago y el artículo no está en acceso público fácil (es la cara oscura de la "ciencia oficial": la "verdad científica" solamente está disponible para quien esté dispuesto a pagarla).

Por supuesto, Rey no está solo en la tribuna de ataques. Su sugerencia de que algunas sustancias pueden incorporar una impronta en el agua, incluso en diluciones más allá del límite de Avogadro, fue valiente pero en ningún modo fue la primera ni la única. En 1988, el inmunólogo francés Jacques Benveniste realizó un estudio sobre anticuerpos humanos. Demostró que incluso en el caso de diluciones extremas, los basófilos humanos respondieron como si los anticuerpos estuviesen presentes. Esta prueba de la existencia experimental de efectos homeopáticos fue publicada nada menos que en la revista Nature, una de las más prestigiosas del mundo.

Benveniste fue honrado y reconoció que no tenía una teoría que explicase su experimento, sencillamente lo vio y lo publicó. Su honradez no tuvo una réplica a su altura. El editor de Nature, John Maddox, reconoció su hostilidad hacia los resultados de Benveniste, y en la revista Time afirmó que "nuestras mentes no estaban cerradas, sólo incapaces de cambiar nuestra visión de cómo se construye la ciencia." A pesar de esta declaración de parcialidad, reconoció que el artículo carecía de fallos metodológicos, de modo que "permitió" su publicación. Aun así, obligó a Benveniste a aceptar que el artículo estuviese acompañado de una nota muy crítica del propio Maddox.

A pesar del apoyo explícito de científicos como Brian Josephson (premio nobel de Física), la comunidad científica reaccionó con gran hostilidad, obligando a Benveniste a repetir su experimento (tarea que realmente correspondía a sus críticos). Benveniste fue expuesto a la risa y sorna públicos, y acabó siendo expulsado del instituto, y en nuestros días la expresión "memoria de agua" se ha convertido en sinónimo de ridículo, a pesar de que fue inventada por un periodista.

A pesar de ello, precursores como Benveniste y Rey han mostrado que sí existen pruebas físicas para un posible mecanismo homeopático; que son lo bastante serias para ser publicadas en revistas científicas prestigiosas; y que, aunque la "comunidad científica" se niegue a aceptar las evidencias, dichas evidencias existen. Queda ahora desarrollar una teoría que explique estos fenómenos. Las vías más recientes apuntan al fenómeno conocido como "entrelazamiento cuántico" como posible ligazón entre causa y efecto. La teoría de la modificación de enlaces "puente de hidrógeno," sugerida por el propio Rey, es también una prometedora vía de investigación.

Para terminar (porque no quiero cansarle, no porque no haya más evidencias física), permitidme esbozar una teoría que han elaborado en el laboratorio donde estoy trabajando. Existe la sospecha de que los preparados homeopáticos son una especie de condensados de Bose-Einstein a temperatura ambiente, en el sentido de que su función de onda es colectiva (es decir, no es tan sólo las sumas individuales de las funciones de onda de sus partículas constituyentes). Esto significa que cualquier modificación a una dilución contribuye a la información de la función de onda, incluso si esa modificación es posteriormente sustituida. Dicho de otra forma, permanece una "esencia cuántica," es decir, una impronta en los niveles más fundamentales del preparado.

Se abre así una posibilidad fascinante: poder modificar el estado de información cuántica de un preparado homeopático incluso a distancia, mediante el envío de ondas electromagnéticas (radiofrecuencia o visible) y su interacción con el preparado.

A la vista de lo ocurrido a Benveniste, ni mis colegas ni yo somos optimistas: jamás se nos permitirá publicar nuestros resultados en revistas científicas. Lo que, por supuesto, aprovecharán los escépticos como "prueba" de que nuestros métodos no funcionan. En su lugar, vamos a mostrar esos resultados de forma directa, sin "censores" ni autoridades dogmáticas.

Qué es la Homeopatía I - Tratamiento y terapia
Qué es la Homepatía II - Obtención del medicamento

viernes, 24 de enero de 2014

Ayer soñé con mi padre

Ayer tuve uno de esos días que es preferible no recordar. Lo único bueno fue ese momento, al cabo del día, cuando puedes quitarte los zapatos, poner los pies encima de la mesa y ver algo de TV mientras comes un sándwich porque no tienes fuerzas para nada más. No es lo que esperaba cuando era un infante, pero se trataba de un momento de quietud, y a veces esos momentos resultan más placenteros que aquellos en los que la adrenalina fluye arriba y abajo. Me encontraba en paz por un breve momento.

Hice “zapping” y encontré algo. En un episodio de una serie de televisión, los protagonistas pasaban una velada con un muerto, quien ellos quisieran. Una mujer en un cargo de responsabilidad se sinceraba con su hermana fallecida por drogas. Un tipo duro recordaba lo que pudo ser y no fue con un amor fugaz. Un estadista poderoso pasaba la noche con una bailarina por la que hubiera abandonado todo sin pensarlo dos veces.

Cuando fui a dormir, me sucedió algo parecido.

Soñé con mi padre.

En mi sueño, volvía a la vieja casa del pueblo, ya sabéis, esa casa olvidada y cerrada que solamente acumula polvo y olvido en un lugar olvidado del mapa. Mi casa del pueblo seguía como yo la recordaba, con los utensilios de plástico y vidrio en la cocina, el cántaro de agua colgado en su alcayata de la pared, el viejo transformador de corriente bajo el televisor.

Crucé el pasillo y entré en una habitación que no recordaba. Allí había un armario. Lo abrí. Estaba lleno de papeles, escuadras, lápices, libros, viejos legajos enrrollados como pergaminos, cuadernos de notas rellenos con letra pequeña y aguda. Aunque no había visto aquello nunca, lo reconocí de inmediato. Eran los instrumentos de trabajo de mi padre.

Una vida de trabajo se escondía allí, a la espera de un hombre que nunca volvería. Sin embargo, era un sueño, y se obró la magia: mi padre volvió. Me preguntó qué estaba yo haciendo allí. Parecía sorprendido pero en ningún modo contrariado.

Intenté hacerle mil preguntas, pero él se limitaba a contestar con una sonrisa. No me preguntó sobre por qué no había traído el viejo coche de mamá, o cuándo iba a cortarme el pelo de una vez. Ni una palabra sobre mi vida, mis viajes, mis lágrimas. Yo hubiera querido compartirlo todo con él, explicarle en qué me había convertido desde que se fue, pero no me dio ocasión. No sé si no le importaba, o si por el contrario decidió que lo más sabio era no añadir palabras vacías.

Siempre fue hombre de pocas palabras. Cariñoso a su manera. Silencioso. Expeditivo. Justo.

Cuando desperté, deseé algo por primera vez en mucho tiempo. Deseé que pudiese ver el fruto de mi esfuerzo, que me dijese si estoy haciendo bien abandonando una vida para comenzar otra. Aunque según la ley y las costumbres soy ya un hombre adulto, todos necesitamos un padre, un guía, alguien que apruebe (o no) lo que hacemos. Alguien que nos ofrezca consejo cuando nuestro mundo está sembrado de dudas.

Pero al final, debemos cumplir nuestro camino. Los más afortunados creen que lo recorren acompañados. La mayoría, viajamos solos, con compañía ocasional aquí y allá. Solamente conozco una excepción a esta regla. Solamente una en toda mi vida.

Mi padre. El hombre más solitario que he tenido el privilegio de conocer.

martes, 7 de enero de 2014

Qué es la Homeopatía III: la dificultad de hallar una explicación

El término Homeopatía fue creado por el médico alemán Samuel Christian Hahnemann a finales del siglo XVIII. El Doctor Hahnemann puede ser considerado uno de los primeros médicos modernos, ya que unió la formación médica teórica recibida en la Universidad de Leipzig con un enfoque clínico en la Escuela Moderna de Viena, que defendía la enseñanza de la práctica médica en la cabecera del enfermo. Ello le llevó a recuperar el principio hipocrático de similia similibus curantur (lo similar cura lo similar).

El estudio que hacía la Homeopatía del efecto de los medicamentos en el ser humano mediante la experimentación pura fue un precursor de lo que muchos años después se convertiría en el paradigma de la medicina científica: el ensayo clínico para el estudio de medicamentos. La práctica y los escritos del Doctor Hahnemann extendieron la Homeopatía por toda Europa (Francia e Inglaterra en 1830, España en 1832, Portugal en 1840) y el mundo (EEUU en 1821, China en 1845, México en 1850).

Sin embargo, tras el establecimiento de la constante de Avogadro en el siglo XIX y el desarrollo de la teoría atómica a comienzos del siglo XX, la Homeopatía fue cayendo en cierto descrédito, lo que se ha extendido hasta nuestros días. Y es que, teniendo en cuenta que la materia está "cuantizada" en forma de átomos y moléculas, a partir de una dilución lo bastante alta (10-12 CH en adelante), un preparado homeopático no debería contener ni una molécula de principio activo.

Eso es cierto. Por desgracia, los escépticos radicales lo utilizan como "prueba irrefutable" de que la homeopatía carece de base científica, y suelen hacerlo así, tratando a los adultos como si fuesen niños pequeños. ¿De verdad creen que los homeópatas, profesionales cualificados con titulación universitaria, no oyeron hablar de Avogadro y no conocen la falacia de la dilución infinita? ¡Por supuesto que lo hacen! Y no solamente eso, sino que intentan buscar una explicación científica a un hecho incontestable: la Homeopatía funciona y ha funcionado durante los doscientos años que lleva aplicándose en todo el mundo. Si la Homeopatía fuese algo tan simple, las ultradiluciones de los medicamentos homeopáticos no serían capaces de inducir efectos biológicos comprobados en células o sistemas de células aislados, estudios in vitro o en modelos animales o de plantas, efectos biológicos en personas sanas, efectos terapéuticos en los enfermos.

Es preciso lo que Thomas Kuhn, el gran filósofo de la ciencia, denominó un cambio de paradigma. Consiste en una revolución científica, en la que las teorías antiguas, incapaces de explicar los fenómenos naturales, son derribadas y sustituidas por otras más eficaces y verdaderas. Como en las revoluciones sociales, los cientíicos "oficiales" se niegan a aceptar la validez de las nuevas teorías, al menos en un principio, pero al final la verdad acaba siendo aceptada por su propio peso.

Ha habido muchas revoluciones científicas a lo largo de la historia. El paradigma de una Tierra como centro del Universo fue desafiado por Nikolaus Copérnico y verificado experimentalmente por Johannes Kepler. Isaac Newton acabó con las concepciones aristotélicas del movimiento. Einstein introdujo un paradigma en las relaciones del hombre con el Universo, postulando un espaciotiempo relativo y una velocidad de la luz absoluta incluso en sistemas de referencia en movimiento. La Mecánica Cuántica dio al traste incluso con la propia idea de una Realidad independiente del observador.

Es, pues, posible, incluso inevitable, que la Homeopatía requiera un cambio de paradigma. Muchos hombre y mujeres honrados lo han intentado, y siguen intentándolo, a pesar de las burlas de aquellos que se atribuyen la verdad oficial. Que no lo consigan a la primera no significa que haya que reírse de ellos. La Ciencia es una tarea de ensayo y error, y del mismo modo que se rieron de Einstein para ahora reverenciarlo, más de un escéptico y más de dos debería aplicarse una dosis de humildad.

Lo siento, creo que me he exaltado un poco. Volvamos a lo que nos interesa. La gran pregunta es ¿existe una base científica para la homeopatía? En sentido estricto, la respuesta es no; si por "sentido estricto" queremos decir que haya una teoría científicamente comprobada más allá de toda duda razonable, y verificad por el experimento. En su lugar, hay algunas hipótesis puestas a prueba con diferente grado de éxito.

Debemos afrontar un grave problema. Hay que encontrar una teoría que describa el tratamiento homeopático, que por definición trata con diluciones extremas (incluso más allá del número de Avogadro) muy difíciles de rastrear o medir experimentalmente. Por otro lado, a despecho del método científico y sus éxitos (que no discutimos, por supuesto), hay que tener muy en cuenta que el modo de acción de los remedios homeopáticos no puede demostrarse mediante los métodos científicos modernos. Debido a una mala interpretación del positivismo, que describe la realidad natural meramente como la suma total de sus fenómenos medibles y cuantificables, a veces la falta de pruebas se identifica a la falta de efectividad. Ello da lugar a prejuicios negativos contra la Homeopatía.

Se necesita una aproximación científica más flexible que la actual, basada en la física mecanicista y estrictamente causal de Newton, que ignora los fenómenos más complejos de la naturaleza, las correlaciones sistémicas con el organismo, sus procesos vitales, y la vida como un conjunto. La Física Moderna, basada en las teoría de la Relatividad y la Cuántica, han hecho obsoleto el pensamiento newtoniano y permiten abrir nuevas vías para el mecanismo homeopático de acción.

Más importante todavía, es preciso estudiar los fenómenos naturales subyacentes a los sistemas biológicos y "meter en la ecuación" los "parámetros" relativos a eso que antiguamente se denominaba fuerza vital, y que la verdad sea dicha, todavía no comprendemos adecuadamente. Todos los médicos que ven morir a alguno de sus pacientes se enfrenta a la vida y la muerte como conceptos metafísicos (o más bien, metamédicos), y sea cual sea el conjunto de sus conocimientos, al final queda una verdad secular: no sabemos por qué el paciente muere. Sabemos cómo y de qué manera; pero ignoramos POR QUÉ.

Desafortunadamente, una teoría holístico-científica de los procesos e interacciones biológicas basados en principios cuánticos y relativistas es aún materia pendiente. La Homeopatía Cuántica del siglo XXI todavía no tiene su Einstein, su Schrödinger, su Darwin. Se trata de la tarea más importante de la ciencia en este siglo, comparable en complejidad y alcance paradigmático a las realizaciones de la Mecánica Cuántica o la Teoría de la Evolución. En la siguiente entrega, sugeriremos cómo puede hacerse y qué pasos habrán de seguir los científicos de mente abierta del futuro.

Qué es la Homeopatía I - Tratamiento y terapia
Qué es la Homepatía II - Obtención del medicamento 

miércoles, 1 de enero de 2014

Homeopatía y cáncer

Los escépticos, esos personajes que se autotitulan expertos y pretenden sentar cátedra en todo, dicen que la terapéutica homeopática puede ser perjudicial porque los pacientes que la siguen pueden abandonar el tratamiento alopático tradicional.

Podríamos responderles diciendo que las terapias homeopáticas son complementarias, no alternativas, aunque ya lo hemos dicho hasta hartarnos y no nos escuchan.

En esta ocasión no lo haré. El motivo es que algunos antiguos compañeros han publicado un artículo en la prestigiosa revista científica International Journal of Oncology. Lo publicaron en 2010, pero he estado algo alejado de ellos. No por deseo propio, por supuesto, sino porque la vida te va llevando de un lado para otro y a veces pierdes el contacto.

El artículo se titula "Efectos citotóxicos de remedios ultra-diluidos sobre células mamarias cancerosas" (está en inglés, disponible aquí). Se utiliza el conocido "protocolo Banerji" para mostrar cómo sus remedios inducen un retraso en el crecimiento de las células cancerosas y el apóptosis consiguiente.

Esto no convencerá a los dogmáticos señores de siempre, pero ese es su problema, no el nuestro. A partir de ahora, los que continúen cantando la cantinela de "la homeopatía no tiene remedios comprobables científicamente" tendrán que callarse o mentir. Ya sabemos lo que harán. Peor para ellos.

Saludos homeopáticos para este magnífico año 2014 que comienza. DP